viernes, junio 16

Señas de identidad: Azorín y el periodismo


Lo tenemos por escritor, pero fue mucho más que eso. Novelista, ensayista, político, autor teatral y periodista. Porque Azorín fue, por encima de escritor, periodista y prueba irrefutable son sus más de seis mil artículos recuperados hasta el momento y que se acumulan en las labores investigadoras de críticos e hispanistas como el norteamericano Inman Fox. Además, el escritor de Monóvar inmortalizó su firma en gran parte de los periódicos más influyentes de la época como El Imparcial, ABC, El Liberal, El País o El Globo. Es más, hay quien le atribuye como precursor del nuevo periodismo norteamericano, tal y como defiende el periodista alicantino José Ferrándiz Lozano, puesto que Azorín ya utilizaba en sus crónicas las “técnicas narrativas revolucionarias” que, décadas después, saltarán a la fama con Tom Wolf. El ejemplo más palpable de esta teoría es su obra La ruta de Don Quijote.


Libro al que Mario Vargas LLosa dedicó las siguientes palabras en su discurso de ingreso a la RAE en 1996: “La Ruta de don Quijote, de Azorín, es uno de los más hechiceros libros que he leído. Aunque hubiera sido el único que escribió, él sólo bastaría para hacer de Azorín uno de los más elegantes artesanos de nuestra lengua”.

4 comentarios:

nocheoscura dijo...

"La Ruta de Don Quijote"... habrá que leerlo.

El Bosco dijo...

Yo lo he leído y estoy de acuerdo con Vargas LLosa y con cualquiera que diga que Azorín es un gran escritor.

Jose M. Sánchez "Daze" dijo...

Me encanta que descubras tantas cosas de escritores y sobre la Guerra Civil. Sin duda, Juanjo, hasta que te conocí no supe apreciarlo. Gracias tio. Saludos desde aquí al lado.

Anónimo dijo...

Azorín es Azorín y hay que paladearlo. Es un escritor en el que aprendes. Vargas LLosa podía haber elegido cientos de temas para su discurso de ingreso en la RAE. Si eligió a Azorín como tema monográfico por algo será. La Ruta de don Quijote se ha traducido a muchos idiomas; sigue siendo un modelo de libro de viajes. Y, además, invita a recorrerlo.
Felicidades por el blog.
Xavier.