jueves, junio 22

Una visión azoriniana de "El Quijote"

Obra de El Quijote realizada por una editorial de Elche

En 1905, con motivo del III centenario de nuestra obra más universal, El Quijote, el director del diario El Imparcial y padre de nuestro filósofo más influyente, José Ortega Munilla, encargó al escritor de Monóvar José Martínez Ruiz, Azorín, una serie de escritos y le dio instrucciones sobre el viaje que tendría que emprender por la Mancha. Tras sugerirle la ruta a seguir, abrió un cajón, sacó un revólver y lo puso en manos del reportero: “No lo extrañe usted, no sabemos lo que puede pasar. Va usted a viajar solo por campos y montañas. Y ahí tiene usted ese chisme, por lo que pueda tronar”.

Cien años (más uno) después, junto al IV centenario de la novela más conocida de Cervantes, celebramos la publicación de La Ruta de Don Quijote. Una recopilación de artículos y crónicas escritas por Azorín para el periódico de la familia Gasset, sin hacer uso del arma prestada, sobre los pueblos y paisajes protagonistas de las andanzas del caballero Alonso Quijano y su escudero Sancho Panza.

Esta obra, como les hacía saber días atrás, fue el primer libro que leía el escritor peruano Mario Vargas Llosa sobre Azorín. Y, desde entonces, siempre guarda un ejemplar de José Martínez Ruiz en su mesilla de noche tal y como nos recuerda el director de la Casa Museo Azorín y según reconoció el autor de La ciudad y los perros en su visita a Monóvar en 1993.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

maravilloso viaje por Argamasilla, la cuna de los académicos en su rebotica... bien por Azorín y por quien se acuerda de él.

Cristina

Anónimo dijo...

En Argamasilla aun pervive el rostro de don Quijote y la huella de Azorín en su Cueva de Medrano.