miércoles, mayo 8

Motín por Azorín y contra la RAE

Publicado en Información de Alicante, el 29 de abril del 2013. 

Aranjuez acogió en 1913 a un nutrido grupo de intelectuales que exigieron un puesto para el escritor alicantino en la  Real Academia Española. 100 años después, la ciudad madrileña constituye una comisión para recordar aquel homenaje.


Hace 100 años, Azorín era ya un escritor consagrado, y había publicado algunos de sus libros más significativos y más elogiados, como Castilla y Clásicos y modernos. Y fue entonces, en 1913, cuando apadrinado por Antonio Maura, Azorín aspiraba a una vacante de la Real Academia Española. Sin embargo, pese a sus méritos, sus libros, y el reconocimiento unánime de la crítica y escritores, el periodista alicantino no fue finalmente elegido, y la plaza la ocupó un político de dudosa carrera literaria, Juan Navarro Reverter.

Aquel acontecimiento suscitó todo tipo de críticas y polémicas, que motivó la intervención de intelectuales de peso como Ortega y Gasset o Juan Ramón Jiménez. Y así se organizó la denominada Fiesta de Aranjuez, en la que un nutrido grupo de intelectuales dieron su apoyo a Azorín, dando a conocer su deseo expreso para que el escritor alicantino fuera académico.

En noviembre de 1923, Ortega y Gasset escribía: "Al anunciar hoy El País la fiesta modestísima que vamos a dedicar a Azorín, da al homenaje un carácter turbulento que, en opinión de algunos entre los iniciadores, ni tiene ni es bueno que tenga. [...] Mas se trata, no de darnos el buen sabor de disparar unos cuantos adjetivos contra la venerable institución, sino de marcar simplemente nuestro justificado deseo de que Azorín sea académico. Porque parece fuera de duda que algunas páginas de este escritor seguirán irradiando noble emoción estética dentro de algunos siglos. Luego, cuando el tiempo pasa, se sonrojan los españoles de haber dejado vivir en el olvido y el desdén a sus mejores artistas".

El texto citado por el profesor José Montero Padilla, y publicado en el Centro Virtual Cervantes, desvela la relevancia de una cita histórica a la que acudieron más de 50 artistas, periodistas y escritores, como Francisco Acebal, Corpus Barga, Manuel Bartolomé Cossío, Enrique Díez-Canedo, Luis Fernández Ardavín, Fernando Fortún, Luis Gabaldón, Victoriano García Martí, Ramón Gómez de la Serna, Alberto Jiménez Fraud, Francisco A. de Icaza, Enrique de Mesa, Víctor Said Armesto o Pedro Salinas.

La comisión
Ahora, 100 años después, Aranjuez ha constituido una comisión organizadora para recordar aquel homenaje a Azorín. Y es, según el cronista oficial de la ciudad madrileña, José Luis Lindo, el primer paso para la publicación de distintos libros, la colocación de una placa oficial que conmemore la efeméride, la propuesta oficial para que el Ayuntamiento de Aranjuez dedique una calle a Azorín y, por supuesto, la puesta en marcha para un ciclo de conferencias y actividades culturales sobre la denominada Fiesta de Aranjuez.

"No nos convoca solo la obra o la biografía de Azorín, nos convocan todos los asistentes que participaron en aquel acto de 1913: tanto los que asistieron como los que enviaron sus notas y telegramas de adhesión; los que lo comentaron antes y, sobre todo, después, y los que aún hoy, pasados 100 años, se conmueven con la rememoración de aquella manifestación de solidaridad y compromiso. Nos mueve también el barrunto de un tiempo con espinas, de un tiempo en alguna forma parecido a aquel de hace 100 años, donde la sociedad pierde pie y se hunde lentamente en el desconcierto, el pesimismo y la pobreza", señala la comisión en un documento oficial de trabajo.

Según Lindo, cronista oficial de Aranjuez, "aquella elección de Aranjuez por los intelectuales conmueve hoy nuestra conciencia ciudadana y nos convoca, primero; a agradecer aquella noble y ennoblecedora elección, y segundo; a sentirnos responsables, como aquellos de ayer, para en la figura de Azorín y de los hombres y mujeres del 98, del 14 y del 27".

El discurso que el escritor y periodista monovero dedicó el 23 de noviembre de 1913 se puede consultar en el blog oficial de la comisión (azorinaranjuez.blogspot.com), y lo cierto es que algunos de los pasajes que leyó Azorín son hoy de una vigencia absoluta: "La inanición va minando, poco a poco, las generaciones de labriegos. Como con una hoz, son segadas las vidas por la tuberculosis. En las míseras casillas de los pueblos donde estos hombres viven, no hay lumbre ni pan; los hijos de estos hombres no tienen escuelas donde aprender los rudimentos de la instrucción. Al igual que en el siglo XVII, cuando los moriscos fueron expulsados de España, estos labriegos, con sus mujeres, con sus niños, pálidos, extenuados, cubiertos de andrajos, peregrinan en bandadas por los caminos en busca del lejano mar: el lejano mar por el que han de caminar a morir lejos de esta tierra por la que penaron".

La Fiesta de Aranjuez tuvo una indudable repercusión que, sin embargo, no cumplió su verdadero objetivo hasta unos años después, ya que Azorín no ingresó en la RAE hasta 1924, cuando fue finalmente elegido, según rememora el hispanista Inman Fox en su prólogo e introducción de Castilla en 1991.

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