Y es que Azorín aprendió a hablar valenciano en Petrer, el pueblo de su madre, y donde pasaba los veranos. El maestro periodista y escritor decía que hablaba en valenciano sobre todo con las criadas y trabajadores.
Ahora, Petrer ha tenido el enorme acierto de traducir al valenciano El malalt, obra con la que Azorín traslada sus propios miedos: caer enfermo y no poder seguir escribiendo.
Este vídeo lo resume todo mucho mejor. Pero lo dicho: todo un acierto el de Petrer, que se apunta un tanto literario de altura.
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